domingo, 25 de octubre de 2009

Sólo un heredero.


Un poeta, un trasgresor,
heredero de Pitágoras,
me iluminó con su sol,
envolviéndome en su aura.
Y cual una Celestina,
me cantó una gran verdad,
en doméstica metáfora:
“Ni trapo ni lavandina,
no hay historia clandestina”
Son libertades absurdas,
y cárceles bipolares,
las que apresan ciertas almas,
que no logran elevarse,
por galaxias espirales.
Ni traspasar los cristales,
ni brillar como arco iris,
ni confiar en sus cabales.

Gracias Chapa,herederooo!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Te sigo te leo te siento..yo

San Lou dijo...

Gracias vos ! San