Sólo un heredero.
Un poeta, un trasgresor,
heredero de Pitágoras,
me iluminó con su sol,
envolviéndome en su aura.
Y cual una Celestina,
me cantó una gran verdad,
en doméstica metáfora:
“Ni trapo ni lavandina,
no hay historia clandestina”
Son libertades absurdas,
y cárceles bipolares,
las que apresan ciertas almas,
que no logran elevarse,
por galaxias espirales.
Ni traspasar los cristales,
ni brillar como arco iris,
ni confiar en sus cabales.
Gracias Chapa,herederooo!
2 comentarios:
Te sigo te leo te siento..yo
Gracias vos ! San
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