martes, 8 de diciembre de 2009

A la vuelta de la esquina.


Cuando llevas el amor atesorado en la juventud de tu alma,
lo irradias, lo trasmites encandilando todo a tu paso.
Y así “a la vuelta de la esquina” pueden sucederte cosas increíbles.
Será el mágico misterio de la sincronicidad?
Será un presagio azarosamente anunciado?
Dos almas dispares se vuelven pares en dolor y soledad.
Se abrazan, se lamen las heridas y comparten pesadillas para volver a atreverse a soñar.
Y aprenden, desde el ying y el yang, que las penas de amor
son devastadoras a cualquier edad.
Se sostiene en sus duelos, se toman las manos, se agazapan y
se animan a jugar sin máscaras ni vueltas.
Se ríen, sí se ríen!!
Se comprenden, se respaldan, se respetan.
Porque saben que los une un único deseo,
el de un día poder gritarle, Piedra Libre a la Felicidad.